jueves, 27 de septiembre de 2007

Noticias del día de hoy (27 Sep)

Se integra Loret de Mola a Radio Fórmula
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Luego de permanecer cinco años en la alineación de W Radio, Carlos Loret de Mola, mañana concluirá transmisiones y se incorporará el 8 de octubre a las frecuencias 104.1 de FM y 1500 de AM en el horario de las 18:00 a las 20:00 horas.
Sitio: Grupo Radio Fòrmula
Sitio: W Radio

completa
Sale Reyes de La Taquilla, entra Villalobos
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Ayer por la tarde en La Taquilla de EXA FM con René Franco, el periodista del sombrero anunció sin más ni más: “Lupita Reyes ha dejado de colaborar en este programa… La razón es simple: nuestra amistad ¡se gastó!”
Sitio: Exa FM 104.9

completa
Llama Naveja a implementar estrategias de inversión
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LO DESTACADO HOY: PUBLICIDAD
Recibe Lili Barroso Medalla Juanita Guerra
Recibe Young and Rubicam máximo galadon.
Debaten temas equivocados
Destaca Media up front

completa
Analizarán ley de medios con radiodifusores
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SINTESIS DE MEDIOS
Elaborarán nueva ley de medios.
Refiere trasfondo de reforma electoral.
Día clave para la reforma electoral.
Radio UNAM: 70 años de programación cultural.
Afinan proyecto de canal capitalino.
Sitian policías Radio de Guerrero.
IBOC obligado en frontera Ofrece Televisa web2.0
Pésima relación entre COFETEL y SCT
Desigual competencia por triple play
Protegen a cableros.
Amarran inversión de Nextel.
Surge una nueva traba para la portabilidad.
Viable la convergencia tecnológica.v Persiste incertidumbre al interior de la COFETEL.
Podría negociar Calderón con Telmex.
Rechaza CONFUSEF transacciones vía celular.

completa

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Noticias de hoy (24 sep)

Llega 'El Macro’ de La Mejor
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Uno de los eventos del mundo gruperos más exitoso en diferentes plazas de la República, El macro de La Mejor FM 102.5 , por fin llega a la capital mexicana y hará su presentación con un gran elenco el próximo 3 de octubre en el Palacio de los Deportes.
Sitio: La Mejor 102.5 FM

completa
Crece la mercadotecnia en 18%: AMMD
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LO DESTACADO HOY: PUBLICIDAD
Va Carlos Vaca como jurado al Caracol.
BBDO en la mira de Frascione.
El consumidor es experto en comunicación.
Listo Expopublicitas.
Prevé agenda entre medio y agencia.
Deben complementarse mercadotecnia y relaciones públicas.

completa
Pone COFETEL a consulta pública la radio digital

SÍNTESIS DE MEDIOS
Va ARVM por 34 años de servicio.
Interesan a Axtel frecuencias de MVS.
Le apuesta Televisa a la banda ancha.
Fuman Televisa y Telmex la pipa de la paz.
Turna COFETEL solicitud del DF a SEGOB
Perderán alcance los políticos.
Incrementa DF gasto en publicidad.
Exigen cuentas a vocero del DF
Toman normalistas Radio de guerrero.
Requiere TV pública financiamiento: UNAM.
Presentó Proyecto 40 nueva programación.
Estrena Discovery documental sobre México.

completa

Radio: Panorama General

    • Porcentaje de habitantes que escucha habitualmente radio: 87.3
    • De ese 87.3%, 35.3% lo hace de dos a cuatro horas diarias; 24.1% más de cuatro horas, y 22.4% de una a dos horas diarias.
    • n
      Segmento de edad que más escucha la radio: 18 a 22 años (92.8%)
    • Grupos de ocupación de quienes más escuchan radio: "amas de casa" y estudiantes (84.6% y 92.4%, respectivamente)

    • Porcentaje de audiencia de las tres ciudades más grandes del país: Guadalajara (94.3%), Distrito Federal (92.2%) y Monterrey (86.1%).
    • Lugar donde más se escucha la radio: la casa (92% ), seguido del coche o autobús (23.3%) y la oficina (21.6%)
    • Razón por la que se enciende la radio?: 1) "Sintonizar alguna música que le guste“ (59.5%), 2) "Escuchar un programa específico (30.4%); c) "Para no sentirse solo“ (10%)
    • Gustos de programación: música (87%), noticiarios (46.8%), deportes (14.6%), programas de entrevistas (10.6%), asesoría y orientación (6%), discusión política (5.6%)
    • Tipo de programas de televisión preferidos: 49.5% noticiarios; 39.2% telenovelas; 24.4% películas mexicanas; 24.3% deportes y 22.5% películas extranjeras
    • Programas que registraron mayor audiencia en 2005: La madrastra (Canal 2), con 28.87 puntos; El privilegio de mandar (Canal 2), 23.46; La hora pico (Canal 2), 23.11; XHDRBZ (Canal 2), 21.94, y Contra viento y marea (Canal 2), 21.2.
    • Rating que obtuvieron los noticiarios de Joaquín López Dóriga, de Televisa, y Javier Alatorre, de TV Azteca: 20.8 y 11 puntos, respectivamente

La otra radio universitaria




Autor: Fernando Mejía Barquera

Revista Etcétera


La radio universitaria, todos lo sabemos, se inició en México en 1937 con la instalación de Radio UNAM. A partir de ahí, diversas instituciones de educación superior se han propuesto y conseguido el objetivo de contar con una frecuencia radiofónica y operarla para cumplir con las tareas de difusión cultural que les son propias. Actualmente existen dentro del territorio mexicano más de una veintena de radiodifusoras universitarias, obviamente pocas si comparamos su número respecto de la cantidad de radiodifusoras comerciales que hay en el país, pero también con la cifra de universidades que existen dentro del territorio nacional. Ciertamente hay entidades educativas que no merecen el título de universidad, a pesar de ostentarlo, pero hay otras que lo llevan con toda justificación y sin embargo no cuentan con una emisora de radio.

Resquicios en FM

El autor de este comentario no estudió en la Universidad Autónoma Metropolitana, pero conoce el trabajo profesional de muchos egresados de esa institución y de repente se imagina cómo sería una, hasta ahora hipotética, "Radio UAM". Ubicada en el DF, cuyo espectro radioeléctrico fue ocupado de manera abusiva por la radio comercial y por el gobierno, la UAM ha sido privada injustamente del acceso a la radiodifusión como operadora de su propia emisora. La importancia de esa universidad en la sociedad mexicana justificaría que tuviera esa posibilidad.



Hago esta reflexión luego de escuchar durante varios días XHUIA FM, Radio Ibero, la emisora permisionada a la Universidad Iberoamericana en el Distrito Federal y que transmite en los 90.9 megahertz. Se trata de una emisora de baja potencia que opera entre dos emisoras comerciales de alta potencia, Radio Imagen (90.5 mhz) y Alfa Radio (91.3 mhz), y que tiene una cobertura reducida. Confieso que me he vuelto radioescucha habitual de esa estación que me ha permitido durante algunos días olvidar la práctica de cambiar constantemente de frecuencia, compulsión que padecemos muchos radioescuchas en búsqueda constante de algo que nos satisfaga en el cuadrante, misión frecuentemente imposible a pesar de que en el DF hay medio centenar de radiodifusoras.

Radio Ibero ofrece una programación de rock, música electrónica, jazz y estilos diversos como el lounge. Hay pocos, pero buenos, programas "hablados". Con sonido estereofónico y producción muy profesional, la emisora de la Ibero mantiene, no obstante, un tono de "radio college". Obviamente no hay comerciales y, lo más importante, las autoridades, quizá por el hecho de que es emisora de baja potencia, no la usan para echar rollo institucional. Tal vez por ello su atractivo.

Mirada al futuro

¿Por qué si la Ibero tiene una emisora de baja potencia en la banda de FM que le da oportunidad de transmitir para la comunidad cercana a su campus, la UAM no puede tenerla? ¿Por qué si el Instituto Tecnológico de Monterrey opera en el DF la emisora Frecuencia CEM (94.9 megahertz) y el Instituto Politécnico Nacional opera El Politécnico en Radio (95.7 megahertz), ambas de baja potencia, la segunda universidad más grande del país no puede hacerlo? Por su magnitud e importancia, la UAM debiera tener no una sino tres frecuencias de este tipo, una para cada una de sus unidades: Xochimilco, Iztapalapa y Aztcapotzalco. A pesar de ser emisoras de baja potencia, llegarían, dada la concentración poblacional que existe en esas zonas, a millones de personas.

En localidades donde hay saturación en las bandas de AM y FM para transmitir con alta potencia, como la ciudad de México, las emisoras de baja potencia pueden ser una excelente opción para desarrollar nuevas formas de radiodifusión universitaria. Una de las propuestas que podrían hacerse en el actual debate que se lleva a cabo en el Senado sobre la reforma de la Ley Federal de Radio y TV, sería que todas las universidades públicas del país y aquellas de carácter privado con al menos dos décadas de mantener un alto nivel académico tengan una frecuencia radiofónica en la entidad donde se encuentren establecidas. Sería una frecuencia para transmitir con potencia alta en aquellas entidades donde las haya disponibles y de potencia baja en FM donde las dos bandas de radiodifusión estuvieran saturadas. Al paso de unos años, cuando se produzca el ajuste de frecuencias que traerá consigo la introducción de la radio digital ­la cual permitirá un número mayor de frecuencias disponibles en AM y FM­ las emisoras universitarias que transmitan con baja potencia podrán incrementar su número de watts sin afectar a las emisoras contiguas y convertirse en emisoras tan fuertes y estables como cualquier otra.


Fernando Mejía Barquera es periodista.
Correo: mbarquera@latinmail.com

Para establecer una verdadera radio pública.

Autor:Lenin Martell

Revista Mexicana de comunicación


El pasado 10 de octubre del 2002 la sociedad civil amaneció en medio de un albazo legislativo emitido por el Poder Ejecutivo, en el cual se decretaba un acuerdo Presidencial sobre el manejo del 12.5 por ciento de los Tiempos de Estado y un nuevo reglamento para la Ley Federal de Radio y Televisión. Pero en realidad el gobierno federal ignoraba con dicho decreto el trabajo que se había venido realizando con la iniciativa de reforma integral de los medios electrónicos, instalada por la Secretaria de Gobernación, la sociedad civil y la academia organizada, el 5 de marzo del 2001. El Ejecutivo no se inmutó, no le importó pasar por alto su acuerdo con la sociedad civil, y al vapor puso en marcha tal reglamento en el que, entre otras cuestiones, soslayaba el establecimiento de una verdadera radio pública en México. De aquí la necesidad de analizar los actores y escenarios imprescindibles para emerger nuestro añorado modelo público de radio, el cual está lejos de existir en México, y peor aún, desconocido por muchos, entre ellos, el gobierno.

Para establecer un modelo de radio pública se requiere de la participación de la sociedad civil, instituciones privadas, del trabajo interno de las radiodifusoras en programación, formatos y contenidos, pero sobre todo, del apoyo cabal del Estado. No sólo a nivel discurso como siempre lo ha hecho, sino con conocimientos específicos en esta materia y propuestas viables que salgan de funcionarios capaces y comprometidos. De otra forma, se postergará la implantación de una radio de la sociedad y para la sociedad. Además el gobierno seguirá fungiendo como aquel bloqueador y saboteador de la radio pública, pues suficiente ha hecho ya con el desmantelamiento de la casi extinta radio indigenista.

Después de que en la década de los 90 las propuestas sobre una radio pública en México parecían archivo muerto, las anteriores ideas han sido tratadas con atención, primero en el debate sobre los medios públicos del Estado, organizado por la Cámara de Diputados en el 2000, luego en el libro de Luis Ernesto Pi Orozco, Las dimensiones de la radio pública en México en el 20011, y más tarde en foros internacionales celebrados el año pasado, como La Cuarta Bienal de Radio y el seminario internacional convocado por el IMER, "El Papel de la Radio Pública en la Sociedad Globalizada".

En los encuentros mencionados se escucharon voces de representantes de los sistemas de radio pública de otros países, entre ellas figuraron las de la BBC de Londres y Radio Francia Internacional, quienes dejaron ver un Estado que respalda a la radio pública con presupuestos fijos otorgados por la ley. En el caso de la BBC, por ejemplo, el presupuesto anual es de 3 mil millones de dólares. Este dinero proviene de los contribuyentes del Reino Unido, que actualmente asciende a mil quinientos pesos anuales aproximadamente por cada persona que posee un aparato receptor.

Aunque las cifras muestran realidades diferentes a la nuestra, las cuales garantizan una ayuda sólida del Estado y un soporte a una programación de alto contenido, las experiencias europeas nos revelan que, de haber una legislación que ofrezca un presupuesto anual fijo, que no pueda ser cambiado por el gobierno en turno, asegura la continuidad de proyectos radiofónicos a largo plazo, que a su vez llevarán a la consolidación de un modelo de radio pública.

Una propuesta que al mismo tiempo debe ser estudiada con detenimiento, para ser aplicada en México, es aquélla experimentada por el sistema Radio Bilingüe en California. Para financiar sus siete estaciones, Hugo Morales, fundador y director desde 1976, ha organizado la recaudación de donativos por parte de escuchas locales de bajos recursos, la mayoría trabajadores mexicanos indocumentados. Asimismo, ha recurrido a fundaciones nacionales e internacionales y realizado cosas más creativas, como el tradicional festival del mariachi, celebrado año con año, el cual, aparte de atraer más escuchas, cautiva mayores ingresos.

Sin embargo, esta fórmula no es tan viable para la experiencia mexicana, pues según Pi Orozco "se trata de una empresa de larga siembra y de muy insegura cosecha…

El patrocinio siempre ha dejado insatisfechos a todos. A la radio permisionaria, porque es muy difícil conseguir que alguna empresa quiera dar dinero para nada más ser mencionada al inicio y final de algún programa; a las autoridades, debido a que reciben los reclamos de los radiodifusores privados sobre reales o supuestos excesos de emisoras públicas, y a los concesionarios, porque quisieran que toda contratación que conlleve fundamento económico les correspondiese en exclusividad. Además, hasta lo que objetivamente se conoce, el monto de los patrocinios es muy reducido y dura sólo temporadas. Es común que ni siquiera alcance para el pago del equipo humano que realiza la emisión de que se trate…"2

En efecto, en México no se acostumbra a dar donativos a los medios de difusión ni tampoco el país funciona bajo una estructura cultural que los promueva, pero de ninguna manera lo estaban en Fresno, California, cuando Hugo Morales inició esta tarea. Ni siquiera la estación WAMU, de Washington D.C, una de las que recauda más dinero de los escuchas en todo Estados Unidos, recibe la mayor parte de su presupuesto de ellos, y día tras día, lucha también por patrocinios otorgados por instituciones nacionales e internacionales, para renovar contratos temporales que cubran únicamente una parte de la nómina. No sólo eso, desde el inicio de la radio pública en aquel país en 1970, los reclamos sobre las interrupciones de los patrocinadores durante la transmisión de los programas no han cesado; por ejemplo, se escucha: "Este programa es patrocinado por la fundación General Mills". Y no por ello las contribuciones de los corporativos se han coartado, sino al revés, incrementado. En otras palabras, las quejas siempre existirán, pero, afortunadamente, son mínimas.

"Sería lamentable -prosigue Pi Orozco- que la continuidad de conciertos, radionovelas y entrevistas a escritores, por traer algunos casos a la imaginación, sufrieran interrupciones para cumplir con los servicios de publicidad contratados"3. Sin embargo, el modelo norteamericano de radio pública nos ha enseñado que estas interrupciones con duración máxima de 30 segundos, se pasan antes del inicio del programa, a la mitad y al final, lo cual ofrece descanso al escucha y no se pierde la continuidad del programa, sino que sirve además como puente entre dos segmentos.
Pero un sistema de obtención de fondos no llegará a México, si no se realiza una discusión y estudio exhaustivo acerca de las múltiples e imaginativas formas de captación de recursos. Para ello, debe haber una legislación puntual que respalde el funcionamiento autónomo de los sistemas de radio. En la pasada Bienal, por ejemplo, brotaron ideas lúcidas, las cuales habrá que analizar con mayor cuidado; una de ellas argumentaba crear un fondo, conseguido a partir de los impuestos generados por las radios comerciales. Otra propuesta es estipulada por Pi Orozco, quien escéptico de implantar un nuevo impuesto a los ciudadanos4, promueve "la creación de clubes de patrocinadores voluntarios de escuchas para apoyar alguna serie [y/o] solventar cierta necesidad interna…[de la emisora]". 5

Asimismo, una radio pública no sólo se forja a través de su dependencia económica y jurídica, sino también de sus contenidos y formatos, rubros en los que se debe igualmente discutir y trabajar. Para ello es imperante capacitar a profesionales que dominen un lenguaje radiofónico, que aprovechen las ventajas de la producción digital. Esto es cierto tanto para los formatos de programas musicales, como culturales e informativos. Estados Unidos, por ejemplo, se ha preocupado por crear centros de capacitación de bajo costo, en los cuales se han formado excelentes voces, reporteros, productores y periodistas literarios de la radio, como Alex Chadwick, Terry Gross y Anne Donohue, quienes a su vez han enseñado en las universidades y creado programas informativos de alto nivel, como Morning Edition, cuyos contenidos han injerido en decisiones históricas, tal fue el caso de Water Gate.

De igual manera, la discusión sobre la profesionalización de la radio debe ir de la mano con la investigación científica de la audiencia, de aquí la importancia de aprovechar metodologías innovadoras de la comunicación, que puedan ayudar a conocer un auditorio propio, con el objeto de definir contenidos adecuados para la misma.

Ambas acciones dejarán, entre otras cosas, herramientas para competir con los programas hablados de la radio comercial, cuya calidad ha encontrado cabida en cada vez más radioescuchas. Aunque los fines de la radio pública no conciben competir con la radio comercial, no hay que soslayar que esos escuchas del modelo comercial pueden ser atraídos por las estaciones del sistema público.

Este modelo mediático, el cual indiscutiblemente ha servido para el desarrollo de la civilización, tiene objetivos muy particulares que van más allá del acaparamiento de la audiencia "y se concretan en ser un servicio público por el cual se hace accesible, a quien quiera escucharla, una programación sustentada no en la premura de la venta novedosa, sino del contenido clarificador y significativo, la orientación fundamentada y especializada de temas de relevancia para todos, o bien de la divulgación del conocimiento y de las conexiones entre las diferentes formas de la cultura, llámese ésta popular, étnica, clásica o vanguardista"6, afirma el otrora director de Radio UNAM, Felipe López Veneroni.

Por eso la importancia que, tanto la sociedad civil como instituciones privadas y públicas, se incluyan en esta discusión. Por su parte, al Estado sólo le resta respaldar este proceso a través de un régimen legal, cuyo contenido, como dice la investigadora Alma Rosa Alva de la Selva, "refleje su vinculación a un proyecto de nación, un régimen legal que contemple acciones de descentralización que amplíen la presencia de los medios públicos en nuestro país". 7

Además de que la radio pública es parte del proyecto de nación, es pieza fundamental de la identidad nacional, pues ahí se recrea la vida cotidiana, opinión pública, historia, los sentires y pesares de nuestro país. Ahí se forja nuestro futuro, y si no creemos en los logros de la otra radio, sintonicemos, pues, la BBC o la radio pública norteamericana, para escuchar cómo un aparato marconiano puede sonar.

Parece que se avecina una discusión próspera. El debate estructurado, con invitados internacionales, es un buen comienzo para conocer qué es un modelo de servicio público y cómo pasar de la radio cultural a la pública. Asimismo, reconoce que falta mucho por aprender para llegar a propuestas concretas y viables para un país que busca un proyecto de nación justo. Por ello es imperante no cerrarse a experiencias que han funcionado en otros modelos, como aquellas formas creativas de financiamiento y formatos novedosos de producción. Sólo así se podrá motivar al escucha a formar parte de este sistema y a construir una estructura legal que apoye una radio de servicio público. El gobierno en turno, por su parte, tiene que hacer su tarea favoreciendo al proyecto mediante funcionarios comprometidos, capaces de hacer frente a una radio que lleva un siglo de retraso con respecto a otras experiencias radiofónicas en el mundo.

Definitivamente, la discusión sobre la radio pública se calienta y casi está lista. La mesa está puesta, sólo falta que los invitados correctos lleguen y que el gobierno, eso sí, no cancele.

NOTAS

1) Pi Orozco, Luis Ernesto, Dimensiones de la radio pública en México, Fundación Manuel Buendía, 2001, 296 pp.

2) Ibíd, p. 53

3) Op. Cit., p. 67

4) "…No se puede trasladar a los hombros de la población la carga del funcionamiento de las radios públicas, cuando desde siempre su operación se ha amparado en la bolsa del dinero del erario". Op. Cit., p. 68

5) Op. Cit., p. 68

6) Tomado de Op. Cit., p. 38

7) De la Selva, Alma Rosa, "Perspectivas de los medios públicos en la sociedad globalizada", en Los medios públicos de comunicación en el marco de la reforma del Estado en México, México, Cámara de Diputados, 2000, p. 157.


Bibliografía

De la Selva, Alma Rosa, "Perspectivas de los medios públicos en la sociedad globalizada", en Los medios públicos de comunicación en el marco de la reforma del Estado en México, México, Cámara de Diputados, 2000, p. 157.

Martell Gámez, Leen Rafael, Un viaje por el cuadrante público norteamericano, tesis licenciatura, UNAM-Acatlán, abril 1997, 199 pp.

Pi Orozco, Luis Ernesto, Dimensiones de la radio pública en México, Fundación Manuel Buendía, 2001, 296 pp.

Indispensables, las radio comunitarias

Papel primordial en la focalización de problemas específicos


Autor:Aleida Calleja
Revista Etcétera


En los últimos meses han corrido todo tipo de acusaciones contra la radio comunitaria, entre ellas la constante ha sido acusarnos de ilegalidad y de violentar el Estado de derecho, omitiendo con toda intención el trabajo que estas emisoras desarrollan en diferentes comunidades del país.

Por eso insistimos: precisamente porque queremos estar en la legalidad pedimos que se reconozca la petición para que las emisoras comunitarias puedan tener sus permisos.

En una carta firmada por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias de México, la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, O.P., dirigida al presidente Vicente Fox el pasado 3 de octubre establecimos:

"El Estado de derecho es algo en lo que nadie puede estar en desacuerdo. Nadie quiere hacer una defensa de los derechos humanos por sobre la ley; el problema es cuando esa ley y su aplicación priva del ejercicio de estos derechos a los ciudadanos.

"Las radios comunitarias no queremos negociar la ley, queremos que la ley y las autoridades encargadas de hacerla cumplir, establezcan las condiciones necesarias para una certeza jurídica, que permita que los grupos ciudadanos puedan desarrollar propuestas corresponsables para ejercer la libertad de expresión a través de un soporte técnico que se llama radiodifusión."

¿A qué nos referimos con propuestas corresponsables? ¿Cuál es el servicio público que dan estas emisoras? ¿A qué responsabilidad social nos estamos refiriendo? ¿Qué necesidades concretas de información están cubriendo y no atienden otros medios?

Radio, para evitar catástrofes

La Voladora Radio, ubicada en Amecameca, Estado de México, nació por la necesidad concreta de que sus pobladores tuvieran información puntual y veraz sobre la contingencia volcánica. Todo empezó cuando un corresponsal de una televisora nacional anunció que esta población estaba siendo desalojada por las recientes erupciones del volcán Popocatépetl, al escuchar la noticia los habitantes acudieron presurosos a los puntos de encuentro para ir hacia los albergues, pero nada, en ninguno de estos puntos estaban ni las autoridades municipales ni protección civil, nadie. Y es que el desalojo de los habitantes no era en Amecameca, sino en una localidad cercana. En ese momento las autoridades municipales y un grupo de ciudadanos determinaron que hacía falta un medio propio para informar a la población sobre los peligros del volcán y estar preparados para cualquier contingencia. Desde entonces la radio es un punto de referencia para sus habitantes y las autoridades encargadas de la protección y prevención de desastres.

Lo que inicialmente fue un proyecto informativo para la prevención de desastres, se convirtió poco a poco en un espacio de debate, de construcción de propuestas ciudadanas. Así, en febrero de este año, en la temporada electoral, miembros de dos partidos antagónicos se enfrascaron en una pelea de descalificaciones mutuas, que culminó en golpes. La noticia y el rumor escandalizó y enrareció el clima electoral, como respuesta la radio estableció un espacio de debate entre todos los partidos contendientes. En un espacio abierto a la discusión y al debate, frente a la opinión pública de la comunidad, los candidatos hicieron un compromiso público de no agresión, el cual cumplieron hasta el final.

Más allá de la anécdota local, lo que se quiere poner de relieve es la capacidad de un medio para abrir espacios para la construcción de consensos, para la convivencia social y el fortalecimiento del ejercicio democrático del diálogo, que permite la pluralidad de ideas y la diversidad de expresiones en la discusión de lo propio, ¿qué medio atiende puntualmente las discusiones públicas de esta comunidad cotidianamente? Esto es a lo que nosotros llamamos ejercicio de corresponsabilidad ciudadana, generar las condiciones, a través de un soporte técnico que se llama radio, para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a informar y ser informados, que sean actores de su propio proceso de construcción social, para que sus preocupaciones y aspiraciones aparezcan en la discusión de lo público.

Para la transparencia

Otro ejemplo más de la corresponsabilidad ciudadana, lo desarrolla cada semana Radio Teocelo, en Veracruz. Con su proyecto de Cabildo Abierto, da oportunidad para el ejercicio de la transparencia y la rendición de cuentas de las autoridades hacia la población. Una vez a la semana, los ayuntamientos que están en el área de cobertura de la emisora, acuden a informar sobre las obras que se están llevando a cabo, el ejercicio del presupuesto y las acciones de gobierno en torno a conflictos sobre el agua, tenencia de la tierra, programas de apoyo. Con teléfono al aire, la población puede preguntar, cuestionar y aportar sobre el desempeño de las autoridades locales, y al mismo tiempo las autoridades tienen un canal abierto para poder informar con detalle sus acciones, a través de un medio que les permite llegar a todos, especialmente a las comunidades de más difícil acceso.

Pero el ejercicio de la radio comunitaria no se queda en la cabina, sale hacia la gente, se vincula y aporta desde su quehacer a las políticas sociales locales, tal como lo ha hecho Radio Bemba, en Hermosillo, Sonora. A principios de este año, el ayuntamiento de esa ciudad, junto con la radio iniciaron el programa Acóplate, para llevar a las colonias de mayor índice de conflicto social talleres de radio, con la intención de generar espacios de debate entre los jóvenes sobre las adicciones, la violencia y la salud sexual y reproductiva. La junta de vecinos convocaba a participar mediante publicaciones e invitaciones directas a jóvenes detectados con un estado de riesgo. El resultado final fue la participación de un grupo amplio de jóvenes en un programa sabatino en la radio, donde ahora establecen puntos de discusión y debate sobre lo que importa e interesa a los jóvenes de estas colonias marginadas, así por ejemplo en un programa sobre el 10 de mayo, ponen a debate el tema de las madres solteras, porque su realidad es que los embarazos adolescentes son algo cotidiano.

Eso es lo que hace una radio comunitaria, facilitar la posibilidad de apropiación de una herramienta de comunicación y desarrollo. Es sobre la base de su ejercicio al derecho de opinar y ejercer su libertad de expresión, que estos jóvenes están poniendo sus preocupaciones en la esfera de lo público, aportando a la discusión de su propio desarrollo. El punto aquí, es que no solamente la radio logró abordar una agenda específica, sino que también hizo posible que estos jóvenes marginales salieran del anonimato. Y es que nombrar es dejar de ser anónimo, apoyar para existir, para dejar de estar en el lugar de los que no tienen nombre.

Cuando hablamos de radio comunitaria, nos estamos refiriendo a una comunidad de intereses que tiene una propuesta social, una propuesta de cómo los diferentes grupos sociales quieren ubicarse en nuestra sociedad. Así las radios de mujeres reivindican su capacidad de aportar a la sociedad, de que se reconozcan sus derechos; las radios indígenas apuestan a su derecho de hablar en su propio idioma, en el reconocimiento de su existencia como sujetos sociales.

La radio comunitaria no solamente llena carencias de comunicación, también responde a las necesidades de una identidad social de los grupos menos favorecidos. La cuestión es que cuando hablamos de identidad estamos refiriéndonos a un lugar en la sociedad, a una ubicación dentro de una misma jerarquía, pero al mismo tiempo estamos hablando de cómo vivimos, nos vemos y entendemos a nosotros mismos. Estar dentro de una determinada ubicación (de privilegio o subalterna), no es un asunto externo a mí; me veo, me siento, me sé superior o inferior en relación con otros.

La identidad es una cuestión profundamente política porque se determina dentro de dinámicas estructuradas por el poder, y porque nos afecta en lo más íntimo, en la definición de nuestro ser y estar en el mundo. Por ello una radio de este tipo es la oportunidad para muchos hombres y mujeres de ubicarse de otra manera en la estructura social, es ejercer el derecho a comunicarnos y expresarnos, el derecho a saber, a informarnos y ser visibles:

"El desarrollo de habilidades comunicativas, y la adquisición de herramientas para favorecer las posibilidades de la organización como emisor requiere de un proceso de autovaloración del propio grupo como sujeto cultural, como instancia capacitada para la creación cultural y para la emisión de propuestas interesantes e importantes para toda la sociedad."1

En este mundo globalizado donde los grandes consorcios comunicativos invaden nuestra vida, este tipo de emisoras comunitarias y locales juegan un papel primordial en la focalización de problemáticas específicas y en las estrategias para que los grupos menos favorecidos tengan la posibilidad de situarse en otra jerarquía para hablar y expresar sus aspiraciones y demandas, sus sueños y realidades.

A todo esto nos estamos refiriendo cuando hablamos de que las radios comunitarias desarrollan propuestas corresponsables, a la vocación de servicio público como responsabilidad social de los medios.

Si el Estado mexicano quiere seguir observando la agenda de los medios sólo desde la perspectiva de la industria y el negocio, sería tanto como renunciar a su responsabilidad de propiciar y establecer condiciones para que los diferentes sectores de la sociedad puedan ejercer su derecho a la información y libertad de expresión. Escuchar a un solo sector de la sociedad es muy peligroso para un país que aspira a la democracia plena.

El debate está sobre la mesa, llevamos meses hablando con las autoridades para encontrar cauces de solución legal para las emisoras comunitarias, pero las presiones han ganado más que las razones, los prejuicios y el desconocimiento han ganado más que las realidades (desconocimiento tan profundo que hay quien confunde lo comunitario con lo pirata), la descalificación a priori ha ganado más que el debate responsable y maduro.

No hay vuelta de hoja; en una sociedad democrática coexisten la pluralidad de ideas, la diversidad de expresiones; ante ello, más que negar la existencia de las radios comunitarias, lo que tenemos que hacer como una responsabilidad social y en un Estado de derecho es darles las condiciones para que puedan desarrollarse dentro de un marco donde existan reglas claras y equitativas para todos. No hay mejor manera de regular el responsable ejercicio de la libertad de expresión, que dándole solución por la vía del diálogo y respondiendo, por la vía de la legalidad, a este fenómeno de la radiodifusión comunitaria y ciudadana.


* * *

La amenaza sigue en pie

Hasta el cierre de esta edición, las autoridades de la SCT aún no habían resuelto la disyuntiva planteada por el titular de esa dependencia, a mediados del mes pasado, en relación con las radios comunitarias: combatirlas o regularizarlas. Así de arbitrario. Una u otra acción, sin duda, será consecuencia de aceptar o no las presiones de los concesionarios de la radio y la televisión.

Durante la XLV Semana Nacional de la Radio y Televisión, la CIRT, en voz de su presidente Jorge Mendoza, se refirió a "la ilegalidad e impunidad con la que actúan las autodenominadas 'estaciones comunitarias', que no son sino una expresión más de la piratería que pone en riesgo los derechos y la certidumbre de los mexicanos". En el marco de la comida anual de los concesionarios de medios electrónicos con el presidente Vicente Fox, el también funcionario de TV Azteca pidió al mandatario sancionar a las emisoras comunitarias para "que se restaure el Estado de derecho y la exacta observancia de las leyes en esta materia". El Ejecutivo, al menos en esa ocasión, no respondió a esas exigencias.

Durante la Asamblea General de la CIRT, los concesionarios discutieron la propuesta del secretario de Gobernación, Santiago Creel, en el sentido de analizar cada caso de las radios comunitarias ("piratas", según la CIRT). Sin embargo, los concesionarios descartaron esta posibilidad.

Días antes, el 29 de septiembre, la CIRT publicó un desplegado en varios periódicos, en el cual hace un reconocimiento público a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes por el cierre de la estación La Voladora Radio, en Amecameca, Estado de México y la conmina a continuar con esas acciones. Sin duda, si las autoridades eligen la vía de la represión cometerían un gravísimo error.

De la Redacción



Nota

1 Mercedes Charles, et. al., "Educación para la recepción ciudadana", en Los medios: Nuevas plazas para la democracia, Serie comunicación y ciudadanía, Asociación de Comunicadores Sociales, Perú, Editorial Calandria, 1995.



Aleida Calleja es presidenta en México de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias.
Correo: aleida@laneta.apc.org
Página: www.mexico.amarc.org

Recursos a las radios comunitarias





Igual que los demás medios públicos, las radios comunitarias deben contar con dinero previamente asignado por el gobierno para el ejercicio presupuestal 2006; nos referimos, claro está, a las emisoras que han recibido los permisos de operación correspondiente y aludimos específicamente a los recursos etiquetados. Además se encuentra la necesaria modificación normativa para que tales medios públicos puedan comercializar espacios, o sea vender publicidad, previa delimitación que establezca un tope máximo de facturación en ese rubro.

En los últimos cinco años el ingreso de los medios públicos por concepto de publicidad gubernamental no ha rebasado el 6.5% del total que asciende a poco más de tres mil cien millones de pesos (el porcentaje significa algo así como 201 millones 500 mil pesos). A dicha estrechez económica, junto con la añeja indiferencia tanto de la actual como de las anteriores administraciones presidenciales en relación con la reforma de esos medios para lograr que sean de Estado, se agrega su pobreza tecnológica y de contenidos. Los medios públicos no presentan proyectos como forma de sustentar sus requerimientos financieros y, en consecuencia, sus programas son de desigual calidad de contenido. (Además de que, ahora, no tienen el compromiso de informar al Estado sobre sus gastos.)

Como dijimos en páginas anteriores, el Estado moderno en las democracias contemporáneas debe garantizar el derecho a la información y eso significa, entre otras cosas, promover el fortalecimiento de los medios públicos sobre la base de establecer derechos y obligaciones como las antedichas. En ese esquema de cambios, vale la pena que el gobierno destine recursos para el funcionamiento de las radios comunitarias cuyo título de operación está dentro de los medios permisionados. Según la consulta que etcétera hizo a AMARC el monto anual para que tales estaciones operen es de dos millones 500 mil pesos, es decir, 0.08% del total destinado a los medios.

etcétera

Una radio de artesanos

Autor: Armand Mattelart

Revista Etcétera


Mi primer encuentro con el movimiento de las radios comunitarias ocurrió en agosto de 1983. En su primera asamblea mundial organizada en Montreal, Canadá, en un país que había legalizado los medios comunitarios en la década anterior. Esta asamblea debía echar las bases de una de las primeras redes de los "artesanos" de la comunicacion. Artesanos, sí. Ya que en la sigla original, en lengua francesa, AMARC con que se designa esta red, la segunda letra "A" corresponde a esta palabra que remite no sólo a una profesión o un oficio sino a un "arte de hacer". Vale decir también una manera de sumergirse en el quehacer cotidiano de los procesos sociales y de sus sujetos.

En esa época, los grandes organismos internacionales y muchos de los gobiernos que habían acompañado la reinvindicación de un nuevo orden de la información y de la comunicación empezaban a distanciarse de las recomendaciones del informe de la comisión presidida por Sean Mc Bride sobre los "problemas de comunicación", este primer documento, aprobado en 1980, que plantea los principos de una democratización de la comunicación. A su manera, la naciente organización no gubernamental trataba de dar cuerpo a las esperanzas que habían suscitado en esos años la toma de conciencia sobre este imperativo democrático. Al definir desde sus inicios la radio comunitaria como radio participativa, la AMARC mostraba que tomaba en serio el llamado a "multiplicar las voces en un solo mundo". El hecho de existir ya era un logro en sí. Como lo notaba Luis Ramiro Beltrán en su disertación de inauguración de AMARC-2: "Es ya bastante lo que se ha hecho al buscar la creacion de un nuevo discurso con nuevos temas para una nueva era".


Mi segundo encuentro con el movimiento de las radios comunitarias fue en Managua en agosto de 1988. Los organizadores de AMARC-3 me habían pedido introducir uno de los dos temas que iba a ocupar la asamblea: "¿Qué es una radio comunitaria?". El país anfitrión cobijaba experiencias de radios participativas en que cooperaban varios artesanos de otros países latinoamericanos. Había tenido en otras estancias la oportunidad de observar este verdadero laboratorio para la práctica y la reflexión sobre la comunicación popular. Y así lo entendieron los numerosos participantes que acudieron desde varios continentes a esta tercera asamblea, verdadera torre de Babel, por la multiplicidad de experiencias representadas. Para consolidar esta dimensión cosmopolita, el AMARC-3 se había fijado contestar a una segunda pregunta: "¿AMARC, un organismo no gubernamental internacional?". Y efectivamente es a raíz de esta reunión que el movimiento informal que había sido hasta el momento se transformó en un movimiento orientado hacia el espacio-mundo. Pero con la clara conciencia de que no podía existir si no mediaban el anclaje en lo local y la expresión de las diferencias. Ya ilustraban esta preocupación los intercambios y debates sobre las prácticas radiofónicas desde el género, las comunidades "marginadas" o "minoritarias" o los pueblos indígenas.

Me pregunto hoy lo que me ha llevado hace 18 años a aceptar tan espontáneamente la tarea difícil de definir la noción de "radio comunitaria" respetando un abanico de prácticas que, a través del mundo, movilizaban nuevos sujetos sociales y contextos históricos tan variados. Sólo el hecho que yo compartía con los fundadores de AMARC, la fe en su apuesta utópica puede explicar mi temeridad intelectual de entonces.

La organización no gubernamental internacional ha guardado el rumbo de su proyecto inicial a pesar de las travesías del desierto que ha sufrido el pensamiento crítico sobre la comunicación como dispositivo complejo de poder y a pesar de las embestidas de las máquinas de guerra, gubernamentales y mercantiles, en contra de las tentativas de democratizar la comunicación. Durante dos decenios, las experiencias de comunicación participativa a través de la radio permitieron acumular un acervo de prácticas y saberes. Hoy ofrecen una memoria de apropiación social de la tecnología. Sólo la creencia según la cual el último artefacto técnico fija la norma y desligitima los otros medios de expresión puede hacerlo olvidar. Pero la implantación de la radio comunitaria en las diversas regiones y países del mundo ha sido asimétrica. Incluso en América Latina, cuna de muchas iniciativas originales de comunicacion y de movimientos populares, varios proyectos radiofónicos esperaron años o decenios antes de recibir la autorización de salir al aire. Mientras otros siguen aún luchando por conquistar su pleno reconocimiento. Para la amplia mayoría, la cuestión problemática de su "autofinanciamiento" es un tema recurrente. Y las preguntas que la convocatoria de

AMARC-3 planteaban siguen vigentes: "La mayoría de nuestras radios carecen de fuen-tes fijas de financiamiento. Mantenerlas al aire es una necesidad comunitaria en el mundo. ¿Cómo es posible mantener una emisora en circunstancias económicas adversas? ¿Qué estrategias desarrolla usted para la adquisición de fondos propios? ¿Vende tiempo de emisión o anuncios sin caer en el modelo comercial tradicional?".

Estas son cuestiones que se han "globalizado". A casi un cuarto de siglo de distancia les hace eco la convocatoria de los "Estados generales para una información y medios pluralistas" que debe tener lugar en septiembre próximo, a la iniciativa del mundo asociativo y sindical: "Los poderes públicos, lejos de garantizar la igualdad del derecho de acceso a los medios, el pluralismo de la información y la independencia de los periodistas ... se rehusan dotar a los medios sin fines de lucro y, más particularmente, a los medios asociativos, del estatuto jurídico y de la ayuda financiera sin los cuales su existencia se ve comprometida. En todas partes, más allá de la diversidad de las formas de institucionalización de los medios de comunicación, este rechazo suele ir a la par con el apoyo dado por estos mismos poderes públicos a los procesos de concentración y a los megagrupos de comunicación".

No obstante los sujetos sociales de la comunicacion han ido madurando y la "ciudadanización" de los problemas de comunicación avanzando. Lentamente, con saltos, sobresaltos pero también a veces con reveses y reflujos. El horizonte de sus expectativas se ha ampliado. "Otra comunicacion es posible". Así han abierto el nuevo siglo los frentes, las coaliciones y redes de comunicación que se movilizan en todos los hemiciclos internacionales donde se juega la suerte del estatuto de la comunicación, de la información y de la cultura confrontadas a las lógicas mercantiles. En la Unesco, la OMC, la OMPI, la UIT, etcétera, todas estas instituciones donde se definen los macro-usos de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación y se dibuja la arquitectura reticular a escala mundial, una nueva configuración de actores sociales y profe-sionales defiende el principio de la apropriación social del universo técnico como componente esencial de la democracia. Y para llevarlo a la realidad, presionan por la adopción de políticas públicas de comunicación y de cultura.

Al andar las nuevas luchas ciudadanas alrededor de la comunicación se hace poco a poco camino la
idea que no será posible rehabilitar la idea de "lo público" y su ejercicio a través de una cultura deliberativa sin cuestionar todos los segmentos de los sistemas de comunicación. Lo que implica impugnar las tendencias a la concentración capitalista de los medios privados, verdadero punto ciego no sólo en los gobiernos sino en las grandes instituciones internacionales, pensar o repensar la organización de un sector público que no sea correa de transmisión de los Estados, crear las condiciones estructurales para la perenización de un tercer sector de medios comunitarios, libres e independientes.

O se abre la participación de todos los ciudadanos a la gestión de la sociedad. O se va hacia una gestión
cada vez más autoritaria del poder y la negación de los derechos. Esto es lo que políticamente está en juego en los pulsos actuales alrededor de los procesos de comunicación y la interpretación de los derechos a comunicar. De no legitimar estos últimos como nuevos derechos sociales, lo que se cierra es el amplio campo de la creación y de la experimentación de nuevas formas de comunicación, de producción y de intercambios de saberes, de nuevas prácticas artísticas. Lo que se prepara es el advenimiento de una sociedad del conocimiento condenada a ser el clon de la sociedad industrial, con sus inmensas fracturas sociales.

¡Artesanos y artistas del mundo, uníos!

FM digital: todos caben


Autor: Gabriel Sosa Plata

El Universal, 13 de Marzo de 2007

La digitalización de la radio abre una valiosa oportunidad para no sólo mejorar la calidad del sonido de las emisoras, sino también para abrir el espectro a nuevos jugadores en plazas tan saturadas como la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Tijuana. Esto es posible, a diferencia de lo que se pensaba, con el estándar estadounidense IBOC (In Band On Channel), el cual opera en las mismas bandas de frecuencias atribuidas actualmente a la radio de AM y de FM.

Gracias a la digitalización bajo la norma IBOC, todos los concesionarios y permisionarios de la radio (de AM y FM) en las ciudades mencionadas, cabrían en el espectro de FM (de los 88 a los 108 Mhz) y, por si fuera poco, aún habría espacio para nuevos operadores. De esta manera se podría satisfacer la petición del gobierno del Distrito Federal y de otras empresas e instituciones que desean tener frecuencias de radio en la capital del país.

Todo lo anterior es posible si se pusiera en marcha la propuesta formal que, bajo los auspicios del poderoso consorcio que desarrolló el estándar IBOC, iBiquity Digital Corporation, y la empresa fabricante de equipos de radiodifusión, Broadcast Electronics, presentó la semana pasada John Schneider a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y a la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT).

El IBOC, conocido comercialmente como HD Radio, es un estándar con el que las emisoras de radio pueden llevar a cabo transmisiones digitales, con una calidad de sonido similar a la de un CD en el caso de las radiodifusoras de FM y de FM en el caso de las estaciones de AM. Además, la tecnología permite un uso más eficiente del espectro radioeléctrico en la banda de FM al hacer posible que una frecuencia pueda ofrecer el sistema multicanal o multicasting (dos o tres canales por frecuencia asignada, lo que coadyuva a aumentar la oferta de contenidos).

En Estados Unidos ya son más de mil 200 radiodifusoras las que transmiten digitalmente, esto es, alrededor del 8 por ciento de las emisoras existentes en el país. De ese total, unas 500 emisoras ya transmiten en multicanal.

La propuesta para México consiste en que toda emisora tendría derecho de transmitir sus programas simultáneamente en modo analógico y digital. El modo analógico se transmitiría en su frecuencia asignada, sea ésta en la banda de FM o en la de AM. El modo digital se transmitiría exclusivamente en la banda de FM. Esto significa que las emisoras de AM, al menos en las grandes ciudades del país, no podrían transmitir digitalmente en esta última banda ante la saturación del espectro radioeléctrico, pero sí en la banda de FM.

La idea es que dueños o accionistas que tienen una o más emisoras de FM en la misma ciudad transmitan sus señales de AM en el sistema multicanal digital de FM. Por ejemplo, un grupo como Televisa Radio podría transmitir sus emisoras de AM (XEW-AM, XEQ-AM y XEX-AM) en los multicanales digitales de sus radiodifusoras de FM (XEQ-FM, XEW-FM y XEX-FM), con lo que todas las estaciones del grupo entrarían sin problema a la era digital. Los demás grupos radiofónicos tendrían el mismo beneficio.

Por lo que se refiere a grupos o instituciones que sólo tienen emisoras de AM o bien sus radiodifusoras de FM no son suficientes para alojar a las AM, se les otorgaría una frecuencia de FM, pero sólo para transmitir de modo digital, con el fin de que todas las emisoras tengan las mismas ventajas en el momento de llegar la digitalización a la radio. De esta manera, una emisora como Radio Educación, que no tiene canal en FM, podría recibir una frecuencia en FM y, por ejemplo, compartir el otro de los canales digitales a una emisora de AM del IMER.

Para dar cabida a todas las emisoras de AM y FM en la banda de FM es necesario reducir de 800 Khz a 400 Khz (de cuatro a dos canales) la separación que, con base en las normas técnicas, existe actualmente entre dos emisoras en operación en la FM en México. De acuerdo con Schneider, en casi todos los países del mundo, se ha reducido a 400 khz la separación entre dos emisoras que transmiten en la banda de FM. Y todo esto aún en la era analógica, como sucede, excepcionalmente, con Ibero Radio 90.9 y con Politécnico en Radio 95.7, en el Distrito Federal.

La propuesta avalada por iBiquity se basa en pruebas de transmisión realizadas en frecuencias intermedias no sólo en Estados Unidos sino en la misma Ciudad de México, sitio este último en el que participó la misma CIRT a través del Comité Consultivo de Tecnologías Digitales para la Radiodifusión, el cual tiene entre sus atribuciones la recomendación del estándar de radio digital terrestre para México.

El documento preparado por Schneider es exhaustivo, tiene incluso un plan de reparto de frecuencias para las ciudades de Tijuana, Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal, donde se demuestra que los planteamientos son posibles. Incluso en la misma capital del país se concluye que, aún incorporando a todas las emisoras de AM en los canales digitales de FM y las señales generadas en ciudades vecinas que alcanzan a captarse en el Distrito Federal, quedan libres cinco canales para nuevos concesionarios o permisionarios, mientras que en Tijuana, Monterrey y Guadalajara, habría, respectivamente, dos, 18 y 16 canales desocupados.

La novedosa propuesta tocará fibras sensibles en la industria radiofónica, ya que no todos los grupos quieren igualdad de condiciones en la era digital, pero también es cierto que hay otros, también muy fuertes (Radiorama, por ejemplo), que seguramente la avalarán. También es una alternativa que daría respuesta satisfactoria a las peticiones de futuros operadores, como el gobierno capitalino, empresas del sector privado e instituciones educativas. Si prevalece una visión de Estado en el tema, esta propuesta deberá ser considerada con toda seriedad. Volveremos al tema.

100 días… de debate

Ninguno de los compromisos de Felipe Calderón sobre telecomunicaciones a llevar a cabo en sus primeros 100 días de gobierno se cumplieron (radio digital, portabilidad numérica, nuevas emisoras de radio y televisión y convergencia plena). Pese a ello, Héctor Osuna, de la Cofetel, se suma a las cuentas alegres y, sin citar a la cabeza del sector, la SCT, asegura que en estos cuatro temas, el gobierno calderonista cumplió. Sin duda, visiones de dos mundos, uno que vemos millones de mexicanos y otro que tiene la mirada puesta en el canal de las estrellas.


Profesor e investigador invitado de la AUM Cuajimalpa. Columnista de El Universal y
coordinador del Consejo Editorial de la Revista Mexicana de Comunicación. http://radiomexicana.blogspot.com

Bullets sobre la audiencia de la Radio en México

  • En el Valle de México la distribución de estaciones es la siguiente: 34% musicales FM, 13% habladas FM, mientras que 35% son habladas en AM y solo el 18% son musicales en AM.
  • En el Valle de México, en la medición global, 47% de los radioescuchas son mujeres y el 53% son hombres.
  • En el Valle de México 78% de los conductores que escuchan radio son hombres y 22% son mujeres.
  • En la amplitud modulada el grupo de edad más grande es de 55 años o más con aproximadamente 300 000 escuchas. En la frecuencia modulada el grupo de edad más grande es de 25 a 34 años con aproximadamente 900 000 escuchas.
  • Los noticieros matutinos tienen una audiencia mayor de 35 a 44 años de edad, siendo esta el 36% de sus escuchas, seguidos por personas de 55 o más años con el 24%, 45 a 54 años el 18%, 25 a 34 años 17% y el último 5% esta dividido en sectores de 8 a 12, 13 a 17 y 18 a 24 años de edad.
  • La audiencia de los noticieros matutinos si se segmenta en grupos por sexo es de 38% mujeres y 62% hombres.
  • La emisora musical con más audiencia es La Zeta, seguida por Universal STEREO y Mix 106.5
  • La audiencia en emisoras musicales si se segmenta en grupos por sexo es de 50% hombres y 50% mujeres.
  • Las emisores musicales se escuchan un 6% en nivel socioeconómica A/B, 43% en el C y 51% en el D.
  • La edad en emisoras musicales esta mucho más ajustada el 25% son personas de 25 a 34 años, el 23% de 35 a 44, el 16% de 18 a 24, 13% de 45 a 54 años, 10% 13 a 17 , 8% 55 o más y finalmente el 5% tienen de 8 a 12 años.
  • Las emisoras habladas con más audiencia son Radio Fórmula FM y W Radio FM.
  • Las audiencias de emisores habladas por NSE se dividen en 53.04% grupo C, 36.86% grupo D y 10.10% grupo A/B.
  • Por sexo el 42.6% son mujeres y el 57.4% son hombres.
  • Por edades el 30.36% son de 35 a 44 años, el 25% son de 55 a más años, el 22% de 45 a 54 años, el 16% de 25 a 34 y el restante se divide en grupos de 8 a 12, 13 a 17 y 18 a 24 años de edad.
  • Para las mujeres el radio es un consejero donde reciben orientación y consuelo. Es el medio con el que establecen una relación más personal. Su fidelidad al medio depende más de personajes que de contenidos y son el segmento fiel a la radio.
  • Los hombres buscan información o entretenimiento, tienen fidelidad al medio más que a los programas y la radio los acompaña e informa.
  • El buen conductor según los radioescuchas es aquel que logra hacer suyas las inquietudes y necesidades emocionales de su público. Tiene que ser valiente y denunciador, más que en ningun otro medio. Los conductores que exhiben a los culpables son muy valorados y se escucha a los que son congruentes y tienen un estilo claro
  • La radio es escuchada por todos los niveles socioeconómicos, culturales y de edades diversas. Permite alcanzar a target difíciles como son los masculinos de altos niveles socioeconómicos, en mayor medida que otros medios

Fuente: INRA. Conferencia en la Universidad Iberoamericana. Primavera 2007

Radio digital: futuro sin grandes expectativas

Autor: Gabriel Sosa Plata
Revista Etcétera



La digitalización de este importante medio de comunicación ha sido la apuesta tecnológica para competir frente a alternativas como los reproductores de música (como el iPod), la radio por satélite, la radio por internet y, aunque parezca increíble, los contenidos de audio en teléfonos celulares.

En Europa y Canadá, los radiodifusores se inclinaron por el estándar Eureka 147. En Estados Unidos se apoyó el IBOC (In Band On Channel), más conocido ahora como HD Radio.

Por su parte, los japoneses crearon el ISDB. Sin embargo, en todos los casos, la transición analógico-digital de la radio terrestre ha sido en general lenta y hasta ahora con expectativas poco favorables, a diferencia de otras tecnologías sonoras.

En el caso de Estados Unidos, la empresa Bridge Ratings, especializada en la investigación del mercado radiofónico, recientemente dio a conocer un estudio sobre el tema (2007 Competitive Media Usage Overview, disponible en su sitio web www.bridgeratings.com), en el que se destaca que si bien HD Radio es una tecnología nueva, su penetración en el mercado y sus expectativas de crecimiento en ese país son hasta ahora decepcionantes.

Antes de mencionar algunas cifras del estudio, es importante mencionar que HD Radio es una tecnología que permite a las emisoras de AM y FM digitalizarse sin necesidad de cambiar de bandas de frecuencias. Las emisoras de AM pueden escucharse con la calidad de FM y las de FM con sonido calidad de disco compacto. Para ello se requiere renovar los equipos receptores.

De acuerdo con el estudio, HD Radio tenía en el 2007 apenas una penetración de 0.32% en la población estadounidense, lo que significa que unos 500 mil usuarios consumen la tecnología. Para el 2009 este porcentaje podría llegar a 1%, sin superar aún al millón de radioescuchas, cantidad muy baja si consideramos que la población estadounidense era de más de 300 millones de personas al término de 2006.

Para el 2015, HD Radio podría tener una penetración de 5.04% en el mercado estadounidense y en el 2020 este porcentaje podría llegar a 8.16. Bridge Ratings refiere que HD Radio es la tecnología con menor expectativa de crecimiento comparada con tecnologías como la radio por internet y los contenidos de audio en teléfonos móviles. La radio por internet pasaría de 72 millones de usuarios en el 2007 a los casi 197 millones de consumidores en el 2020, mientras que los contenidos de audio en telefonía celular pasarían de cuatro millones de consumidores a los 109 millones en el mismo periodo.

La empresa concluye que la distribución de audio en Internet y a través de la telefonía celular será el reto más grande para la radio de AM y FM porque son los jóvenes los que paulatinamente abandonan la radio tradicional para consumir algunas de las tecnologías como las ya mencionadas. Bajo tal circunstancia, HD Radio, no representa, de acuerdo con las tendencias, una opción tan esperanzadora para la radio analógica. ¿Dónde estará parte de la solución? En la generación de mejores contenidos para conservar o en su caso aumentar las audiencias.

En 2020 la radio terrestre (principalmente de FM) conservaría su supremacía aunque con tendencias a la baja, con unos 259 millones de radioescuchas, pero se le acercaría la radio por internet y la telefonía celular con sus contenidos de audio, con los datos ya mencionados. En la cuarta posición, ya muy lejos, estaría la radio por satélite con unos 37 millones de suscriptores y en quinto sitio el uso del podcasting con cerca de 16 millones de usuarios que semanalmente utilizarían la tecnología. En la última posición aparece HD Radio.

En la actualidad, 93.5% de los estadounidenses escucha la radio analógica en una semana promedio, mientras que el consumo del MP3 y el iPod ya alcanza a 30% de la población estadounidense. La radio por internet es escuchada por 57 millones de estadounidenses en una semana cualquiera. Por su parte, la radio por satélite tiene más de 15 millones de suscriptores, es decir, casi 5% de la población estadounidense.

México: una incógnita

Al analizar las estadísticas anteriores, no deja uno de preocuparse sobre la situación actual y el futuro de la radio mexicana. Lo ocurrido en torno de Radio Monitor y la problemática que viven emisoras de AM por la disminución de audiencia y anunciantes, debiera ser tema fundamental de agenda para radiodifusores, gobierno mexicano y sociedad civil para proponer estrategias de desarrollo para uno de los medios de comunicación de mayor influencia y penetración. Sin embargo, hay una especie de inmovilismo en el sector.

Lo único palpable, hasta ahora, es una propuesta de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para adoptar el estándar estadounidense HD Radio en las emisoras de radio ubicadas en la frontera norte de México, con el fin de que éstas operen en las mismas condiciones tecnológicas de sus similares en Estados Unidos.

Probablemente sea un paliativo para las emisoras de FM, pero la tecnología será inservible para las radiodifusoras de AM dado que HD Radio sólo funciona con un espectro menos saturado, situación que no ocurre en la frontera norte.

Si a esto le sumamos las poco alentadoras estadísticas de Bridge Ratings sobre el futuro del HD Radio, incluso en un mercado con mejores posibilidades de crecimiento como el estadounidense, no se ve por dónde encontrar la mejor estrategia para el desarrollo la radio mexicana. A la fecha no existe ningún estudio público de prospectiva, ni de audiencias, ni siquiera económico para determinar cuál es el estándar tecnológico más conveniente para la radio en México y las acciones a seguir en ese ámbito. Aún así, se toman decisiones en este terreno.

Tampoco hay una política pública del gobierno federal. Por ejemplo, en el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012, dado a conocer hace unos días por la SCT, sólo hay referencias hacia las telecomunicaciones con metas muy claras de inversión privada y pública en el sector. Incluso en “televisión pública y servicios satelitales” se prevé una inyección de recursos públicos por unos 19 mil millones de pesos entre el 2007 y el 2012, suponemos que para la digitalización, pero en el caso de la radio el tema fue omitido. Esta es una muestra más de la importancia que se le da al medio.

Monitor: nada con Radio Fórmula

Ayer se cumplió un mes de la salida del aire del noticiario Monitor. Se ha especulado que José Gutiérrez Vivó ha tenido acercamientos con Grupo Radio Fórmula, de Rogelio Azcárraga, para llevar ahí su exitoso programa, pero en las oficinas de San Jerónimo esta versión se desmiente de manera tajante. La amenaza de huelga sigue latente, pese a la oposición de la mayoría de los trabajadores sindicalizados y de confianza. En agosto podría darse el fallo sobre el litigio que mantiene Gutiérrez Vivó con el Grupo Radio Centro.


Profesor e investigador invitado de la UAM-Cuajimalpa.

http://radiomexicana.blogspot.com

Este texto se publicó el martes 31 de julio de 2007 en el periódico El Universal.

Agradecemos al autor su autorización para reproducirlo.

Convergencia, la agenda pendiente (II)

Autor:Jorge Álvarez Hoth

Revista Etcétera



En la colaboración del 22 de marzo —"Convergencia, el Plan Original"— hicimos el recuento de los pendientes atendidos y por atender señalados en el Acuerdo de Convergencia y nos comprometimos a presentar los pasos que conviene adoptar para facilitar la convergencia de servicios en el sector.

He aquí los más urgentes...

1) Que los entes reguladores de los medios y las telecomunicaciones, SCT, Cofetel y Cofeco, se sienten a dialogar y a tratar de conseguir acuerdos en beneficio del interés público. Sin menoscabo de las posiciones divergentes que hoy se ventilan públicamente en el sector, no se justifica seguir esperando, porque que la inversión se desalienta y el desarrollo de infraestructura, servicios y cobertura no puede esperar. Recordemos que lo perfecto es enemigo de lo posible.

2) Licitar el espectro radioeléctrico de la banda 3.4 a 3.6 Ghz, para promover soluciones de última milla inalámbricas, con la tecnología que mejor convenga, pues recordemos que aún quedan 150 Mhz sin licitar.

3) Licitar espectro radioeléctrico en la banda 1.9 Ghz PCS. Recordemos que, después del establecimiento del límite de los 35 Mhz por la Cofeco en 2005, aún quedó espectro que se hace necesario para la expansión de capacidades de banda ancha inalámbrica con tecnología EDGE (GSM) y CDMA.

4) Relicitar la posición 109°O banda Ka, para promover la cobertura satelital de datos bidireccionales, con la tecnología de spot beams.

5) Apoyar la subasta pública de Satmex, para que a la brevedad las posiciones orbitales concesionadas a dicha empresa se inserten en la tendencia mundial que exige economías de escala e integración de propuestas globales.

6) Cumplir con lo señalado en el transitorio quinto del Acuerdo de Convergencia, que señala un plazo de 90 días (vencido el 2 de enero) para que la Cofetel determine la contraprestación que deberán pagar los concesionarios de redes públicas de radiotelefonía móvil con tecnología celular, radiocomunicación especializada de flotillas, radiolocalización móvil de personas y comunicación personal de banda angosta, para que puedan proporcionar los servicios de voz, datos y video que su infraestructura les permita.

7) Apoyar la provisión de capacidad de transporte de la CFE (como fibra iluminada), para provisión a otras redes públicas, así como sus esfuerzos por detonar la tecnología PLC.

8) Emitir a la brevedad posible las reglas de portabilidad de números, como lo señala el Acuerdo de Convergencia y también el Convenio Marco de Interconexión.

9) Definir en el seno de la Comisión Intersecretarial de Desincorporación (CID) la procedencia o no de fijar un pago a Telmex por la modificación de su título de concesión. No ha lugar a seguir evadiendo lo obvio en este tema.

10) Promover y permitir la consolidación de la industria del cable, para generar una real competencia a las redes públicas telefónicas, cuidando de que no caigamos en una concentración excesiva y que en efecto exista competencia en el sector.

11) Promover la actualización del marco jurídico, para garantizar que el acceso a distribución y contenidos en el triple play sea equitativo y no discriminatorio.

12) Publicar el Reglamento Interior de la Cofetel, sobre todo precisando lo necesario en materia de radio y televisión, pues se vive un estado de incertidumbre jurídica tanto en el caso de los concesionarios cuanto para los reguladores y que puede dar lugar a problemáticas jurídicas posteriores.

Los anteriores son pendientes que no deben seguir siendo postergados, porque la política pública debe estar iluminada, sí, por principios, pero sobre todo por resultados en beneficio de los consumidores.

En otros asuntos

Vaya mi más sentida felicitación a nuestros amigos Olegario Vázquez Raña, Olegario Vázquez Aldir y Ernesto Rivera por la celebración del XC aniversario de Excélsior, que hoy más que nunca ve un futuro promisorio, bajo una administración con visión de logro, como El Periódico de la Vida Nacional.


Ex subsecretario de Comunicaciones de la SCT.
jorge@jalvarezh.com

Este texto se publicó el jueves 29 de marzo de 2007 en el periódico Excélsior.

Agradecemos al autor su autorización para reproducirlo.



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Convergencia, el plan original (I) / 29 de marzo, 2007